Durante esta clase hablamos sobre el tratamiento de las
lenguas en los centros, las lenguas vehiculares, los métodos para la enseñanza
de idiomas y los planes lingüísticos de centro.
Uno de los temas que tratamos fue el uso de la primera
lengua como lengua vehicular para la enseñanza de lenguas extranjeras. Si bien
podemos pensar que el uso de la LE en clase de lengua extranjera es interesante
y positivo para el aprendizaje, no podemos pensar que es negativo que la L1
exista en las clases de lengua extranjera, no solo porque permite desbloquear el
aprendizaje en casos en los que los alumnos tengan dificultades, sino también
porque puede servir como base (andamiaje) para construir el aprendizaje de una
segunda lengua a partir de los conocimientos de la propia. Es decir, la L1
permite comprender ciertos aspectos de la LE y asimilarlos mejor gracias a las
similitudes, así, consideramos que lo ideal sería usar ambas lenguas en
combinación, para favorecer al máximo el aprendizaje de los alumnos.
Otro de los temas que tratamos fueron las metodologías habituales
en la enseñanza de lenguas extranjeras. Pudimos comentar la metodología
empleada por nuestros profesores y destacó el contraste que existía con las
metodologías más usadas en España y las que se aplican en el Reino Unido, que
conocimos gracias a los comentarios nuestra compañera Emma.
Entre las metodologías que comentó queremos destacar el
aprendizaje por proyectos. Esta metodología permite que los alumnos trabajen en
un aprendizaje basado en competencias que les servirán para enfrentarse al
mundo real (fuera del aula). Este método favorece que los alumnos sean
protagonistas de su aprendizaje y relega al docente a un papel de orientador
del proceso en el que los alumnos adquieren los conocimientos de una forma más
o menos autónoma. Estos proyectos deben estar basados en situaciones lo más
reales posibles, para que el aprendizaje les resulte útil, siendo también un
elemento motivador.
Similar a la metodología basada en proyectos, encontramos el
enfoque por tareas. Las tareas también pueden (y deben) estar basadas en la
vida real y permiten que el alumnado aprenda en grupo y de forma deductiva. Es
un enfoque útil que permite tratar temas concretos que quizás no podrían ser
objeto de un proyecto al ser más específicos, y además es compatible con la metodología
por proyectos, de forma que un proyecto puede incluir varias tareas en su
desarrollo.
En el marco de estos temas, en las sesiones de clase también
se comentaron diferentes sistemas educativos en diferentes países, sin embargo,
como no pude asistir a la sesión correspondiente, no puedo comentarlo.
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