En primer lugar me gustaría hablar de mi motivación personal
para apuntarme en este máster, no porque os pueda importar o interesar, sino
porque me parece necesaria para entender mis reflexiones en las próximas
publicaciones.
No tengo experiencia como docente. Bueno, en realidad sí
tengo. He dado clase en empresas, a adultos y de forma individual o en grupos
muy pequeños, así que dicho de otra forma: nunca me he enfrentado a una clase. Pues
bien, me apunté al máster por esperanza más que por vocación y hasta ahora veía
que, mientras avanzábamos en las asignaturas, la segunda no aparecía a la vez
que la primera se desvanecía. Sin embargo, en estas últimas sesiones parece que
la cosa cambia. Por fin vuelvo a tener algo de esperanza en esta profesión y me apetece ser docente.
La realidad ha cambiado porque ahora tenemos una asignatura
práctica en la que vemos y aprendemos en qué consiste ser profesor. Tras 4
meses de teoría y parafernalia burocrática, nos asomamos a la realidad de un
aula y nos orientan sobre lo que se suele hacer, qué da mejor resultado, qué
tenemos que evitar… Toda esta información viene de una fuente directa: dos
profesoras de secundaria y bachillerato (evidentemente, ¿quién mejor para
orientarnos sobre la realidad de la educación en secundaria y bachillerato?) y
en el mejor momento, a solo un mes de empezar las prácticas.
Os cuento
En la primera sesión vimos muchos ejemplos de tareas,
actividades y ejercicios que podemos hacer en el aula, también pudimos conocer
cuál es la mejor forma de sacar partido a los infinitos recursos que tenemos a
nuestra disposición en Internet y además aprendimos cómo hacerlos más atractivos
y divertidos para los alumnos. En las siguientes entradas con mis reflexiones mencionaré
algunos de los ejemplos vistos en clase que más me han gustado, no con la
intención de crear unos apuntes de la asignatura (ya sé que no es eso lo que
tenemos que hacer), sino con la finalidad de ilustrar algunas reflexiones y
para que el blog me pueda servir como repositorio de recursos e ideas.
Uti, non abuti
Uno de los temas que tratamos fue el trabajo por proyectos. Por
lo que hemos comentado entre compañeros, creo que a casi todos nos parece una
de las metodologías más atractivas y versátiles para trabajar con los alumnos,
no obstante, gracias a la experiencia de Ana pudimos saber lo importante que es
no saturar a nuestros estudiantes con esta metodología por dos motivos: en
primer lugar para que no se cansen del tema del proyecto, así podremos explotarlo
contando siempre con su máximo interés; y en segundo lugar (aunque este punto
está muy relacionado con el primero) para que los estudiantes identifiquen el
trabajo por proyectos como un premio, así aumentaremos su motivación y su
ilusión cuando trabajemos en él.
Material real
Hablamos de la importancia de usar materiales reales, esto
ya nos sonaba porque habían insistido otros docentes durante el máster. Trabajar
con materiales reales permite que nuestras aulas estén más cerca de la realidad
y de la vida de nuestros alumnos, además trabajar con materiales auténticos se
traduce en un aumento de la motivación, ya que el estudio ofrece una recompensa real y palpable.
Una de las dudas que me surgía a este respecto es la
dificultad de encontrar materiales reales e interesantes que además fuesen
acordes al nivel de nuestros estudiantes sin plantearles retos o problemas que
superasen lo que se espera de ellos en su nivel y que supusiesen escollos que
no pudiesen resolver. Tras plantear esta duda en clase la respuesta fue tan
sencilla que mi pregunta rozó el ridículo: basta con adaptar el material original,
limar las partes que nos puedan plantear problemas. Así de fácil, pero en mi
mente no cabía; supongo que es deformación
profesional de traductora el respeto a los originales.
La adaptación del material real me parece un recurso lógico
y totalmente lícito, sin embargo también le veo algunos problemas ya que algunos
recursos serán más fáciles de adaptar que otros. Por ejemplo los textos se
pueden modificar fácilmente eliminando o ajustando aquellos contenidos que no
nos parecen adecuados, sin embargo creo que en el caso de audios o vídeos
tendremos que tener más cuidado en la fase de selección.
Indefensión aprendida
y tratamiento del error
En línea con esta idea de usar materiales que planteen retos
demasiado exigentes a nuestros estudiantes, hablamos de la “indefensión
aprendida” (concepto acuñado por Martin Seligman).
En el siguiente vídeo podemos ver a qué hace referencia y cómo lo pone en
práctica una profesora con sus alumnos.
Es muy importante que los estudiantes no caigan en la
indefensión aprendida, pues la frustración les llevaría a no estudiar, sabiendo
que el resultado no va a ser positivo.
En mi opinión, una de las mejores formas de evitar esta
sensación en los estudiantes es prestar especial atención al tratamiento que
hacemos del error. Es evidente que los alumnos cometerán errores ya que están
aprendiendo y el error forma parte del aprendizaje. Sin embargo, nuestro papel
es conseguir que identifiquen sus errores y los corrijan sin asumirlos como un
fracaso. Creo que utilizar el error como método de aprendizaje está en nuestras
manos y viene muy determinado por la forma de corregir. Si automáticamente
marcamos los errores y les damos la solución correcta, no conseguiremos que el
alumno saque nada en limpio de ese error, y cuantos más errores marquemos, más
difícil será que el alumno se fije en todos y cada uno de ellos, con lo que
nuestra corrección solo servirá para darle una nota al alumno, pero no para
favorecer su aprendizaje. Algunas de las opciones que se me ocurren son: marcar
los errores con colores según la importancia y el tipo de error pero sin darles
la solución, o en caso de que tengamos un documento con muchos errores, marcar
solo los más graves, y darle la oportunidad al alumno de que revise su trabajo
y nos lo vuelva a entregar corregido.
Podríamos incluso establecer como práctica
habitual la corrección doble, es decir, pedirles una primera entrega en la que
haremos comentarios o señalaremos las partes que son incorrectas y tras esta
primera revisión devolveremos el trabajo al alumno para que lo repase con
nuestros comentarios y pueda hacer una entrega final satisfactoria. Creo que
esta metodología, además de permitirles aprender de su error y no frustrarse,
reduciría su ansiedad a la hora de crear textos en otro idioma y permitiría que
fuesen más ambiciosos y arriesgasen más en sus trabajos, buscando decir lo que
quieren decir sin limitarse a decir lo que saben decir para asegurarse una
buena nota.
Warm up
También hablamos de la relevancia de las actividades de warm up. Si bien tradicionalmente han
pasado muy desapercibidos o incluso han sido ignorados, últimamente están
cobrando la importancia que se merecen. Este tipo de actividades de calentamiento
nos permiten “traer” a los alumnos a la clase, es decir, activar sus esquemas
mentales (schemata) para que se
sitúen en el contexto de la clase de inglés. Tienen que ser actividades divertidas
y rápidas en las que logremos la participación del mayor número de alumnos
posibles. Resulta muy útil enfocar este tipo de actividades como juegos, para
que se sientan más motivados a participar.
Las actividades para romper el hielo son también muy útiles
para conocer a los alumnos, o para que nuestros alumnos se conozcan entre
ellos. Esto nos servirá para el desarrollo de las actividades durante la clase
y para que vayan perdiendo la vergüenza y se sientan más cómodos, aspecto este que
no debemos menospreciar pues uno de los mayores problemas en el aprendizaje de lenguas
es la vergüenza a la hora de hablar otro idioma.
Innovación docente y motivación
La innovación docente: otro de los temas que más me interesa
y que también pudimos tratar en clase.
Es habitual pensar en el uso de las TIC (o TAC para los más
modernos) cuando hablamos de innovación en el aula, sin embargo, creo que los
tiros no deberían ir por ahí, sino que al hablar de innovación deberíamos
centrarnos más en la metodología y menos en los recursos.
Bien es verdad que la enorme cantidad de recursos que
tenemos hoy a nuestra disposición y la facilidad con la que podemos encontrar
información y documentos en Internet no debe ser ignorada, ya que nos permitirá
hacer actividades mucho más atractivas que solo con un libro. Pero el uso de
internet y las TIC no se debe limitar a seguir usando las mismas metodologías de
siempre pero en una pantalla, como este ejemplo.
Creo que la innovación docente debe estar reflejada en los
métodos y en la forma en que planteamos el aprendizaje a nuestros alumnos. Pero ¡ay,
amigo!, buscar, diseñar y utilizar métodos innovadores requiere cambios y entrar
en terreno desconocido, además de más esfuerzo y más trabajo por parte del
profesor y por eso podemos detectar cierta
resistencia a la implementación de la innovación en el sistema educativo
actual. No por vagancia, sino por cómo es nuestra sociedad, que en
general me parece bastante reacia al cambio. No quiero entrar en debates
sociológicos, pero con refranes como “virgencita, que me quede como estoy” o “más
vale malo conocido que bueno por conocer” podemos intuir que los cambios no son
lo nuestro.
Otro de los motivos que supone un bloqueo a la innovación es
la falta de motivación o de vocación del profesorado, que puede estar provocada
por muchas causas como agotamiento laboral o frustración, o simplemente porque
no existe ni vocación ni motivación inicial más allá de tener un contrato y
sueldo vitalicio.
Hablando de motivación, creo que las nuevas metodologías
deberían basarse en la búsqueda de la motivación del alumno, ya que un alumno
motivado aprenderá incluso por su cuenta. Si el profesor es capaz de despertar
curiosidad, interés y ganas en el alumno, habrá logrado que sea él mismo el que
vaya a buscar el conocimiento. Entiendo que es una tarea muy difícil y que
además requiere conocer muy bien a cada alumno para poder llegar a él e identificar
sus inquietudes e intereses y saber cómo motivarlo; sin embargo, me parece un
reto enormemente atractivo. Evidentemente, si el profesor no está motivado
difícilmente va a conseguir motivar al alumno.
Volviendo a un tema anterior, creo que la indefensión
aprendida está estrechamente ligada a la motivación del alumno, es decir, si un
alumno se esfuerza pero no obtiene los resultados que espera, su motivación se
verá afectada, quizás no hasta el punto de abandonar la asignatura y resignarse
a suspenderla, sino simplemente a trabajar para aprobar, para responder a lo
que se le exige sin ir más allá. Con esto no quiero decir que como profesores
tengamos que darles siempre buenas notas para aumentar su motivación, sino que
tenemos que trabajar con ellos buscando que sus resultados (aunque no sean los
mejores) se traduzcan siempre en un aumento de su autoestima. Para ello tenemos
que ser versátiles en los trabajos que les planteamos, permitir que los
desarrollen como ellos creen que pueden hacerlo mejor y adaptar nuestras
correcciones haciendo un uso positivo y enriquecedor de sus errores.
Pre y post work
En clase también tuvimos la oportunidad de hablar de la importancia
del trabajo “pre”, antes de cada actividad. Tanto si les presentamos un texto,
como un audio, un vídeo, una historia, lo que sea, es muy importante hacer un
trabajo previo que permita que los alumnos entren en contexto, es decir, que
activen sus conocimientos sobre un tema antes de tratarlo. Con este tipo de
trabajos, también podremos despertar su curiosidad y captar su atención antes
de entrar en materia, además estos ejercicios de introducción facilitarán su comprensión
y lograrán que puedan trabajar más fácilmente. Este punto me parece importantísimo y creo que
es uno de los aspectos que más fácilmente pasamos por alto (por
desconocimiento) quienes no tenemos experiencia docente.
Pudimos ver que una de las mejores formas de realizar este
tipo de tareas es recurrir a las opiniones, costumbres o intereses de los
alumnos sobre un tema, ya que a los adolescentes (y a muchos adultos) les
encanta hablar de sí mismos y sentirse protagonistas.
Otra de las ideas que más me gustó de las comentadas en la
sesión fue la de encargarles como trabajo para casa la búsqueda de información
sobre un tema tratado en clase. Me parece que además de aumentar su
conocimiento, es una tarea que nos permitirá trabajar con ellos el espíritu
crítico, es decir enseñarles cómo buscar y a ser críticos con sus fuentes, que
cuestionen los recursos, la información, etc. Además de parecerme interesante,
Ana nos indicó que es algo que les suele gustar bastante, por lo que la
respuesta suele ser positiva.
Hagámonos la vida
agradable
Como mencionaba anteriormente, no pretendo que esta entrada
sean los apuntes de la clase, ni un resumen de la misma, sin embargo sí
quiero dejar constancia de algunas ideas que pudimos ver en clase para hacer
que las clases sean más agradables, divertidas e interesantes tanto para los
alumnos como para el profesor, por eso a continuación voy a recoger algunos de
los ejercicios mencionados en la sesión con la “vuelta” que se les puede dar
para mejorarlos.
Dictados
Mil y una forma de hacer dictados, mucho más divertidas que
el “yo hablar, tú copiar”: running dictation, bingo dictation, dictogloss,
oposit dictation, picture dictation (muy útil para aprender las preposiciones),
addition dictation, y alguna otra que explican aquí:
Show and
tell
Como ya había comentado, lo que más les gusta a los adolescentes
es hablar de ellos mismos, así que esta actividad es perfecta para que hablen:
que traigan algo a clase y expliquen a sus compañeros qué es o cómo lo hacen o
lo que quieran, pero que hablen.
En línea con esto, se me ocurre un pequeño juego que hacían
en un programa de la tele de hace años (No te rías que es peor): podemos llevar
objetos a clase y pedirles a los alumnos que nos expliquen diferentes usos
divertidos para cada uno.
Dejo aquí un enlace a un video por si alguien no sabe de qué programa hablo.
Dejo aquí un enlace a un video por si alguien no sabe de qué programa hablo.
Vocabulario
Hablamos de muchísimas formas de trabajar el vocabulario, como
los storytelling, en lugar de listening (como Jamie Keddie) en los que podemos contarles
una historia invitándolos a que completen vocabulario, o dejando el final
libre. También vimos otras actividades basadas en juegos como el Tabú para que expliquen
una palabra y que la adivinen sus compañeros (con palabras prohibidas o sin
ellas) y el juego 3-word-story, del show de Jimmy Fallon:
Buscando el vídeo de este juego encontré otros juegos que también pueden ser muy divertidos en el aula: 5 second summaries, que consiste en resumir una película en 5 segundos para que el compañero lo adivine.
O Jinx challenge que nos permite trabajar el
vocabulario por campos semánticos, una idea perfecta para repasar el vocabulario
de las unidades.
Os dejo aquí una playlist con distintos juegos del show,
seguro que podemos aprovechar alguno más.
Estupenda reflexión,Antonia. Me alegra leer que has aprovechado muy bien la sesión. El hecho de marcar errores con un código de colores(en lugar de dar la respuesta correcta en primera instancia) es una idea que funciona muy bien y aprenden de sus errores. Otro código que les da más información sobre el error cometido son las letras, en lugar de los colores. Por ejemplo:W.O.(meaning word order), V. T.(verb tense) etc. Es un código que tú pactas con tus alumnos.
ResponderEliminarEstoy muy de acuerdo contigo en la idea de que la innovación debería centrarse más en la metodología y menos en los recursos digitales.
Por último, comentar que si la motivación de alguien para ser docente es "tener un sueldo vitalicio" es mal asunto. Espero que no sea algo que hayas oído con frecuencia.
Hola, Ana:
EliminarNo, afortunadamente no es una motivación que se escuche con frecuencia, pero tengo la desgracia de haberla oido. Lo peor de todo, es que quien lo decía era uno de mis profesores de secundaria, que constantemente nos aseguraba que estaba allí solo porque el sueldo era bueno y porque nunca le iban a echar.
La suerte es que ahora ya está jubilado y nadie tiene que sufrirlo.
Tras la primera sesión Ana nos pidió que leyesemos unas definiciones incluidas en el Diccionario virtual Cervantes. Entendí que simplemente teníamos que leerlas sin incluir aquí nuestra reflexión, pero tras aclararnos en clase que también debemos hacer mención a ellas en nuestro blog, incluyo a continuación mi reflexión para subsanar la falta.
ResponderEliminar· Actividad de aprendizaje: Acción que realiza el alumno como parte del proceso instructivo.
· Actividad comunicativa: es una actividad de aprendizaje en referencia a la comunicación de los alumnos, que aprendan a comunicarse.
· Actividad de práctica controlada: actividad de aprendizaje en la que los alumnos deben seguir un texto o modelo lingüístico y el profesor controla el grado de corrección.
· Actividad de práctica libre: es una actividad de aprendizaje desarrollada desde un punto de vista creativo con los conocimientos y destrezas.
· Actividad posibilitadora: actividad de aprendizaje dentro del enfoque por tareas que implica fases preparatorias para la tarea final.
· Actividad de la lengua: tareas que las personas realizamos con el lenguaje para alcanzar unos objetivos concretos.
· Actividades y estrategias de comprensión: Actividades de la lengua relacionadas con escuchar o leer para alcanzar unos objetivos concretos.
· Actividades y estrategias de expresión: Actividades de la lengua relacionadas con hablar o escribir para alcanzar unos objetivos concretos.
· Actividades y estrategias de interacción: Actividades de la lengua en la que dos alumnos se van turnando en sus papeles de emisor y receptor y van construyendo una conversación o un texto escrito.
· Actividades y estrategias de mediación: Actividades de la lengua referidas al intermediario o mediador entre otras personas que no pueden comunicarse de forma directa.
Estas definiciones recogen dos tipos diferentes de actividades:
-Actividades de aprendizaje: comunicativa, de práctica controlada, de práctica libre y posibilitadora.
-Actividades de lengua: actividades y estrategias de comprensión, de expresión de interacción y de mediación.
Ambos tipos de actividades con complementarios y logran que el aprendizaje sea integrado y que sea un ejercicio activo por parte de los estudiantes.