Esta entrada del blog corresponde a la aplicación de
diferentes metodologías educativas a través de diferentes actividades.
Para realizar este trabajo hemos elegido las siguientes
metodologías: aprendizaje basado en proyectos y enfoque comunicativo. Estas
metodologías nos resultan interesantes porque nos parecen innovadoras y porque
permiten realizar un gran número de actividades distintas teniendo en cuenta
los intereses y la motivación del alumnado. Hemos creado un par de actividades para alumnos de 3º de ESO en las que ponemos en práctica estas dos metodologías en distintas actividades.
Aprendizaje basado en proyectos
Se trata de una metodología que nos permite integrar todos
los elementos del currículo y es muy eficaz a la hora de trabajar las
competencias. La principal finalidad de esta metodología es contextualizar el
aprendizaje en el marco de un proyecto que los alumnos deben desarrollar
buscando la elaboración de un producto final o resolver un problema o un reto
inicial. El alumnado tendrá que involucrarse en el desarrollo de una actividad
a través de la que podrá desarrollar sus capacidades y habilidades poniendo en
práctica los conocimientos que posee para adquirir otros que le permitan
finalizar las tareas. Para ello, los alumnos tendrán que trabajar en grupos y
con asignación de roles, lo que favorecerá la integración de los alumnos
atendiendo a sus diversidades. Lo más habitual es que se haga uso de las TICs como
herramientas de trabajo.
La gran ventaja de este tipo de procesos de
enseñanza-aprendizaje es que permite trabajar a través de situaciones y
actividades reales, factor que supondrá un motivador para el alumnado, ya que
podrá ver que el resultado de su trabajo tiene una aplicación práctica en la
vida real. Otro de los principales factores motivadores que nos ofrece esta metodología
también es que el alumno sea protagonista de su propio aprendizaje, lo que
favorecerá su implicación en el proyecto.
Esta metodología se desarrolla en cinco etapas o fases:
- Planificación
- Análisis
- Articulación
- Comprobación
- Revisión final
Estas fases corresponden a los pasos que siguen los alumnos
en su pensamiento para realizar cualquier tarea o resolver cualquier problema,
lo que nos permite ayudar a los alumnos a que tomen conciencia de sus propios
procesos mentales y de ejecución para favorecer así su autonomía (aprender a
aprender), este proceso de toma de conciencia supone además un gran beneficio
para aquellos alumnos con dificultades de aprendizaje.
Para poner en práctica esta metodología tenemos que partir de una pregunta, problema o reto inicial. En nuestro caso, les proponemos a
los alumnos que se fijen las papeleras después de la hora del recreo y de la
merienda. Con esta propuesta buscamos que observen, documenten y después comenten
qué tipo de residuos son los que más encuentran. Esperamos que el resultado sea
algo parecido a estas imágenes:
A partir de estas tareas realizaremos puestas en común y debates en el aula para lograr que tomen conciencia del abuso en el consumo de alimentos ultraprocesados y que analicen si es sano. Para ello, les animaremos a que investiguen sobre los problemas que puede provocar el consumo elevado de sal, azúcares, grasas saturadas, aceites refinados, etc.
Una vez que los alumnos han detectado el problema y todas sus consecuencias les planteamos el reto de solucionarlo o intentar remediarlo, para lo que tendrán que realizar actividades a lo largo de todo el curso académico. Aquí plantearemos a los alumnos una lluvia de ideas para que expongan sus propuestas sobre cómo poner remedio a esta realidad, para lo que esperamos propuestas relacionadas con la producción de material didáctico o informativo que les permita hacer campañas o promociones de concienciación a través de diferentes formatos: vídeos, infografías, murales, folletos, etc.
Una vez que han detectado el problema y que han discurrido formas para buscar una solución, es el momento de que se planteen qué conocimientos tienen sobre el problema y qué conocimientos necesitan adquirir para resolver el problema, por ejemplo: conocer vocabulario relacionado con los alimentos y con la salud, aprender a expresar en lengua inglesa recomendaciones, prohibiciones o sugerencias, editar vídeos, hacer folletos atractivos, resumir la información más relevante en infografías, etc.
En este momento ya tienen los elementos básicos para avanzar con el proyecto ya que han identificado el problema, tienen una idea para proponer una solución, han identificado los conocimientos que poseen y los que necesitan, han elegido una forma de solución que tendrán que desarrollar.
Para motivar aún más al alumnado, les propondremos que continúen con el análisis del problema durante todo el curso, es decir, que una vez que hayan comenzado con sus campañas de concienciación, continúen con la observación y el análisis de los residuos para analizar los resultados y ver si su trabajo tiene respuesta en su entorno.
Las fases del proceso se han desarrollado como sigue:
- - Planificación sobre cómo van a realizar el trabajo
- - Análisis de los materiales que quieren usar para su proyecto
- - Articulación de todos los materiales y contenidos que quieren utilizar
- - Comprobación de la respuesta que ha recibido su proyecto
- - Revisión final de su trabajo para saber dónde han fallado, qué pueden mejorar, etc.
Además, para aumentar la motivación del alumnado, hemos pensado que sería interesante añadir una sexta fase opcional de difusión de su trabajo. En caso de que el resultado sea positivo, podremos poner el proyecto en conocimiento de la prensa local o podremos visitar otros centros con el mismo problema para mostrarles qué hemos hecho para solucionarlo o trabajar con otros centros europeos a través de eTwinning. Creemos que la posibilidad de dar visibilidad a su trabajo más allá del centro educativo servirá como elemento motivador, haciendo que se esfuercen más a la hora de realizar su trabajo y buscar que este tenga una respuesta positiva de todo el entorno.
Enfoque comunicativo
El concepto de competencia comunicativa adquirió popularidad a partir de los años 60 tras un periodo de hegemonía de enfoques como gramática-traducción y audiolingüe. Una de las figuras que más aportó a este concepto fue Noam Chomsky, que cambió las ideas previas argumentando que las propiedades fundamentales del lenguaje derivaban de aspectos innatos de la mente humana. Estableció la diferencia entre competencia y actuación señalando que el estructuralismo y el cognitivismo no eran capaces de reflejar las características fundamentales de la lengua: la creatividad y la unicidad de las frases.
El término "competencia comunicativa" fue establecido por primera vez por Campbell y Wales en 1970, con el estudio de la adquisición del lenguaje, pero quien lo acuñó con la acepción que usamos hoy en día fue Dell Hymes.
En 2001, el Consejo de Europa publicó el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCERL), que de la competencia comunicativa un concepto clave en cualquier proceso de enseñanza o aprendizaje de una lengua extranjera. Aunque el MCERL no hace referencia específica al método que hay que emplear para lograr el dominio de la competencia comunicativa, nosotros entendemos que se trata de un método comunicativo.
La metodología comunicativa nos ofrece un enfoque más amplio sobre el papel de las lenguas en los procesos de enseñanza-aprendizaje, que pasa de ser considerada un conjunto de estructuras lingüísticas a ser considerada una herramienta de la comunicación, dando relevancia a las funciones comunicativas.
El objetivo de la enseñanza con esta metodología es lograr una buena comunicación, para lo que se tienen en cuenta la lengua, la cultura, los contextos y la dimensión sociocultural de los estudiantes. Con este enfoque se da prioridad a la fluidez y a la comunicación por encima de la corrección gramatical (competencia comunicativa por encima de competencia lingüística). El estudiante pasa a ser el protagonista del proceso y el docente queda relegado a un papel de guía del aprendizaje.
Trabajar la expresión oral en clase es una herramienta indispensable para el desarrollo de las competencias lingüística y comunicativa. Es también una tarea complicada por muchos motivos como: falta de conocimiento sobre el tema de conversación, falta de vocabulario para mantener el discurso en el idioma extranjero, participación desigual de los alumnos, sentimiento de vergüenza, miedo a cometer errores, falta de confianza en uno mismo o falta de interés en el tema del que se habla.
Para poner en práctica este método hemos decidido realizar una actividad basada en los intereses y experiencias del alumnado, para que puedan hablar sobre temas que les resulten atractivos usando un lenguaje que les resulte relevante.
La actividad que les proponemos consiste en un debate para elegir entre varias propuestas qué es lo que desean hacer el fin de semana.
En primer lugar plantearíamos un breve debate en clase para que los alumnos diesen sus opiniones sobre las ofertas culturales que existen en su entorno. Para avivar el debate, podríamos preguntarles qué es lo que suelen hacer los fines de semana, qué les gustaría hacer, qué tipos de oferta echan de menos. También podemos sugerirles que propongan alguna actividad de ocio que hayan conocido en otras ciudades, comunidades o países y que les gustaría ver implementada en su ciudad.
En este primer debate y tormenta de ideas tenemos que evitar caer en propuestas de ocio que no sean constructivas o educativas. No habrá cabida para opciones que consideramos negativas como aquellas que incluyen alcohol o drogas.
Podemos sugerir algunas ideas para romper el hielo y combatir su timidez, por ejemplo:
- Concierto de algún grupo musical que les guste o festival de música (ej.: PortAmerica)
- Festival de arte urbano (ej.: O Marisquiño)
- Competición deportiva (ej.: campeonatos de surf, partidos de futbol)
- Exposición de algún tema que les atraiga (ej.: exposición de Harry Potter en Madrid)
Con este debate obtendríamos una selección amplia y diversa. Los alumnos propondrán alternativas de ocio sobre temas que puedan resultar de más interés para ellos y que sean menos ajenos a su realidad diaria. Además, con esta metodología conseguimos que todos los alumnos se den cuenta de que tienen algo que decir y aportar a la actividad y participen, lo que alimentará su autoestima y les ayudará a expresarse en la lengua extranjera sin dificultad, ya que recurrirán a su propio conocimiento.
A partir de las ideas que surjan en este debate, pasaríamos a una actividad de debate piramidal que enfocaríamos como un juego. En primer lugar creamos parejas formadas por alumnos que hayan elegido actividades distintas, en estas parejas tendrán que ponerse de acuerdo sobre qué actividad elegir, para ello tendrán explicar por qué han elegido esa actividad y qué la hace mejor o más atractiva que las alternativas propuestas y convencer al compañero. Cuando las parejas se hayan puesto de acuerdo, tendrán que juntarse con otra pareja que haya elegido otra actividad, formando grupos de 4 para buscar el mismo objetivo: llegar todos a un consenso sobre qué actividad realizar. Iremos aumentando sucesivamente el tamaño de los grupos hasta llegar a un debate entre toda la clase.
El objetivo final del juego es que todos se pongan de acuerdo en la misma actividad y que sean capaces de justificar qué hace que esa actividad sea más atractiva, y cómo creen que esa actividad les podría suponer algún valor añadido para su aprendizaje, no solo en el contexto de la lengua inglesa, sino en otras competencias y disciplinas.
Consideramos que con esta actividad traemos la realidad de los alumnos a la clase para hacerles hablar de cosas que conocen y de las que participan en su día a día. Así, no solo conseguiremos que el aprendizaje de los alumnos sea útil y que ellos sean conscientes de ello, sino que también conseguimos que asuman el esfuerzo de hablar en una lengua extranjera, ya que el objetivo de expresar sus preferencias e intereses pesará más que el esfuerzo que deben realizar.
También tenemos en cuenta que hablar de un tema que es de su interés aumentará su motivación, ya que al evocar este tema, estamos haciendo referencia a sus momentos de ocio y los “importamos” a la clase usando unas opciones que ellos mismos han propuesto.
Al intentar explicar sus argumentos y convencer a sus compañeros para que les acompañen a esta actividad, tendrían una implicación personal y emocional activa en la actividad.
La actividad se enmarcaría en una unidad didáctica en la que se trabajan las fases previas:
- Presentación: se presentan contenidos al alumno para que obtenga información sobre la lengua de forma contextualizada. Es la base para el despliegue de la destreza.
- Reproducción: o práctica controlada. En esta fase se trabaja de forma mecánica las estructuras y el vocabulario para que el alumno consiga adquirir y asimilar el aprendizaje.
- Tareas semi-guiadas: es nuestra actividad. Se propone al alumno un motivo para hablar en lengua extranjera y se ponen a su disposición recursos que podrá emplear.
Algunas de las características de nuestra actividad que favorecen que el alumno logre alcanzar una competencia comunicativa son las siguientes:
- El alumno siente que tiene un papel importante en la actividad, se siente protagonista ya que la actividad recrea situaciones que puede relacionar con sus propias experiencias vividas, lo que favorece su implicación.
- Es creativa: No se limita a repetir los contenidos memorizados, busca la expresión de ideas nuevas a través de los recursos trabajados.
- Gamificación: Se plantea un juego, con un objetivo concreto, lo que ayudará a que el alumno sepa qué es lo que tiene que hacer y se implique en la participación de forma activa.
- Fluida y natural: En la expresión oral, el uso natural de la lengua es el objetivo del aprendizaje, pero ese uso natural se alcanza a partir del significado más que de la forma; se trata siempre de un proceso conocido como top-down, del todo a las partes, más que como bottom-up, por lo que buscaremos que el discurso se entienda y que logre su objetivo, y en segundo lugar nos preocuparemos por la corrección y exactitud formal del discurso. Prestaremos más atención a la competencia comunicativa que a la competencia lingüística.
- Ayuda a los alumnos a aprender a aprender a hablar: la actividad favorece la puesta en práctica de sus propias estrategias comunicativas y de aprendizaje. Además de aplicar en contexto los contenidos en las fases previas.
- Crea una interacción significativa: la actividad plantea una situación interesante para los alumnos, se presenta un tema que les interesaría resolver en su lengua materna, lo que ayuda a paliar el esfuerzo de tener que expresarse en una lengua extranjera.
- Interesante: el contenido de la actividad atrae a los alumnos porque hace referencia a su vida.
- Es comunicativa: Al ser una actividad en forma de debate, favorece que se usen diversas estructuras lingüísticas y funciones comunicativas, evitando el uso mecánico de expresiones y fórmulas lingüísticas previamente establecidas.
Con esto, lo que logramos es que los estudiantes quieran decir cosas y expresar sus ideas y no solo tengan que decir lo que les manda el ejercicio. Con una actividad “diseñada” por los alumnos, nos escapamos de la dinámica de memorizar textos, repetir palabras, leer en voz alta, y tantas otras actividades de naturaleza mecánica cuya principal ventaja es la provisión de información sobre el funcionamiento de la lengua en cuestión, para acercarnos a una verdadera producción de contenido poniendo en práctica los contenidos asimilados y desarrollando la competencia comunicativa.
Conclusión
Como conclusión nos gustaría señalar que tanto estas metodologías didácticas como otras que no exponemos aquí suponen una clara mejora del sistema educativo ya que adaptan la docencia y el proceso de enseñanza-aprendizaje a las exigencias las que se tendrán que enfrentar los alumnos, respondiendo a sus necesidades y cumpliendo los requisitos de una sociedad avanzada y de evolución acelerada. Se pretende responder a un desarrollo integral, interdisciplinario y versátil tanto a nivel personal como grupal, para preparar a los jóvenes a vivir y tener éxito en la sociedad.
Uno de los aspectos más importantes que estas dos metodologías tienen en común es la relevancia que conceden a la motivación del alumnado. Nos parece que la motivación es clave para que el proceso de enseñanza tenga éxito y para lograr que los alumnos alcancen los objetivos que están previstos para ellos. Creemos, además, que dar a la motivación la importancia que se merece, es uno de los rasgos distintivos
de estas nuevas metodologías, ya que hace (no muchos) años, el único objetivo era que los alumnos fuesen capaces de reproducir contenidos, ignorando por completo que estos contenidos fuesen de su interés o que les aportasen algo a nivel personal.
Esperamos que la implementación en el aula de estas nuevas metodologías se traduzca pronto en una mejora de los resultados de los alumnos, para ello es muy importante que todos los docentes aprendamos a ponerlas en práctica y hagamos todos los esfuerzos necesarios para lograr motivar a nuestros estudiantes.
Referencias
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- Consejo de Europa (2002). Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas. Madrid: Anaya. Recuperado de: http://cvc.cervantes.es/obref/marco/ (español) y también disponible en: http://www.culture2.coe.int/portfolio/documents_intro/common_framework.html (inglés)
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